La marcha atrás o coitus interruptus es un método ampliamente extendido entre las parejas que tratan de evitar un embarazo. Más de un 3% de parejas utiliza éste método como anticonceptivo principal y se calcula que hasta un 56% de mujeres estadounidenses en edad fértil han tenido alguna vez una pareja que sólo utilizaba este tipo de protección.
La teoría es muy sencilla. El método consiste en retirar el pene de la vagina antes de que se produzca la eyaculación. Fácil, ¿no? Claro, que hay que trasladar eso a la práctica. Y aquí es cuando empiezan los problemas.
Lo menos grave es que la mayor parte de las parejas que utilizan este método se quedan frustradas, están demasiado pendientes de que hay que “echar el freno” y no se divierten. Si crees que ponerte un condón te corta el rollo, ¿no te va a cortar el rollo estar todo el rato pensando que hay que cortar ya? Usar la marcha atrás puede producirte a la larga problemas de erección / eyaculación, además de que tu pareja no se quedará satisfecha.
Y aún hay problemas más gordos. Porque la marcha atrás tiene un porcentaje de fallos del 28%. O sea, la estadística dice que de cada cuatro veces que la utilices, fallarás el tiro más de una.
Y no te creas que a tí no te va a pasar porque controlas. Sí es cierto que la mayor parte de los fallos se producen por falta de control, pero ¿qué crees?, ¿qué esos papás no pensaban que controlaban? Si hubieran pensado que no controlaban hubieran usado otro método. ¿O no?.
Pero es que aunque seas un portento del autocontrol (o tu chico te jure que lo es), debes saber que el líquido preseminal, que se produce desde el momento en que un hombre empieza a excitarse, puede contener espermatozoides. De hecho, además de servir como lubricante, se cree que una de sus funciones es preparar el terreno. Es decir, mejorar las condiciones ambientales de la vagina, de modo que los espermatozoides puedan sobrevivir mejor. Y por si fuera poco, el líquido preseminal puede contener bacterias y virus, como los del VIH, con lo que la marcha atrás está totalmente descartada como método de prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Para resumir: como antes de llover chispea y para que el chaparrón no te pille por sorpresa, uitliza un método anticonceptivo eficaz (condón, píldora…).